Una de las singularidades de la playa de Mazagón son los médanos solidificados que constituyen la impresionante barrera natural de los acantilados del Asperillo sobre la que los pinos piñoneros se asoman al azul del Atlántico. Estas formaciones del cuaternario son antiguas dunas arenosas solidificadas que ofrecen un encanto especial a este tramo costero en el que es frecuente también encontrar manantiales naturales de agua dulce que descienden hasta la orilla desde los pliegues de los médanos.